domingo, 19 de abril de 2009
Los políticos han dado una muestra con la aprobación del canon de lo poco que les importa la gente cuando se trata de privilegiar a los suyos, en este caso, a la SGAE y los titiriteros de Pilar Bardem. Y para ello nada más ocurrente que cobrar un canon por la adquisición de cualquier soporte digital donde pueda grabarse una canción o una película que podamos obtener libre y gratuitamente a través de Internet.
A partir de la implementación del canon usted tendrá que pagar por adelantado aunque copie sus fotografías familiares o, como Pedro Solbes, sólo utilice el lápiz de memoria para almacenar los presupuestos generales del Estado. El lobby de la SGAE, todos ellos muy progres, tiene línea directa con los despachos del Congreso y da igual que la gente proteste: los políticos prefieren escuchar la voz de los artistas a la del ciudadadano de a pie y votar en defensa de un inmoral impuesto revolucionario, un peaje corporativista.
El cabreo monumental que tienen los ciudadanos, los mismos que pagan las soporíferas cintas del cine español hechas por los mismos que se forrarán con el.
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